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Supo ser jugador del Real Madrid, hoy no tiene club y trabaja en como chef

El Madrid lo pagó 40 millones de euros pero nunca pudo hacer notar ese juego que tanto se esperaba de él.

Por Fabricio Martínez

El Madrid lo pagó 40 millones de euros pero nunca pudo hacer notar ese juego que tanto se esperaba de él.
El Madrid lo pagó 40 millones de euros pero nunca pudo hacer notar ese juego que tanto se esperaba de él.
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En su momento, el Real Madrid lo vio como una de las grandes promesas del fútbol español. Pagaron una suma muy grande por su pase. Le dieron las oportunidades necesarias, con mucha paciencia y rotando entre partidos como titular y suplente. Carlo Ancelotti intentó de que el jugador no se frustre por su nivel. Día a día, su nivel empeoraba y las puertas se le cerraban. 

Estamos hablando de Asier Illarramendi, jugador que llegó como una joven estrella a las lineas de Los Blancos. En su momento, le pagaron a la Real Sociedad un total de 40 millones de euros. Nunca logró adaptarse y tuvo que dedicarse a calentar el banquillo. Siempre fue parte de los convocados pero sus minutos de juego eran escasos para lo que el pretendía.

Con apenas 2 años jugando, la gente se cansó de él y pedian la salida inmediata. Más que nada, para incorporar a alguien que tuviese el valor y la jerarquía de jugar en el Madrid. Así sin más, Illarramendi regresó al club que lo vio nacer como futbolísta. La Real volvió a contar con sus servicios y lo pagó por menos de la mitad de lo que lo habían vendido. Una ganga para el conjunto vasco. 

Por un total de 15 millones, el mediocampista central regresó. Desde la temporada 2015/16 hasta la actual, militó para La Real. Ahora, finalizada la 2022/2023, el club decidió no renovarle y dejarlo como jugador libre. Cuando se supo la noticia, el jugador lo tomó como fin de ciclo. Ya no había nada más que pudiese darle al equipo. Fue una despedida emocionante. 

Sin club, ¿a qué se dedica ahora Asier Illarramendi?

Antes de que todo esto ocurriese y sabiendo el nivel de la gastronomía vasca, el mediocentro decidió invertir en restaurantes. No ubicados en el país vasco, sino llevar esa comida a la capital española, Madrid. Restaurantes de alto nivel donde muchos ex compañeros suyos suelen frecuentar. Al menos tuvo un plan de cabotaje por si la vida del fútbol no era tan amable con él. 


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